El año pasado, el número de mercancías prohibidas por estar consideradas peligrosas aumentó un 53% en relación con 2006, toda vez que se registraron 1.605 notificaciones respecto a las 1.051 contabilizadas el año precedente. Los juguetes, con notable diferencia, constituyeron la categoría de productos sobre la que hubo más alertas el año pasado, un aspecto que confirma la prioridad máxima que las autoridades de vigilancia del mercado han otorgado a la infancia.
Según Meglena Kuneva, comisaria responsable de los consumidores, el informe de Rapex «muestra que cada vez se detectan y destruyen más productos antes de que puedan dañar a los consumidores de la UE. El objeto de Rapex y los demás mecanismos de seguridad reside en asegurar que los ciudadanos de la UE puedan hacer sus compras en paz, sin tener que preocuparse de distinguir entre productos seguros o peligrosos».
El número de notificaciones de alerta ha crecido notablemente en los últimos años, como lo demuestra que se ha triplicado con creces desde las 468 contabilizadas en 2004, hasta las 1.605 de 2007.