Sumario Semana del 22 al 28 de Abril de 2024. Edición 17.

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Fuente: UCACYL-LE / Diario de León 20 de Julio de 2015

Castilla y León aumenta su desventaja en el uso de las TIC.

Castilla y León presenta un índice de penetración de la tecnoeconomía y uso de las TIC en 2015 del 89,3 por ciento sobre 100, una cifra base que representa la media nacional. Este indicador aumentó su diferencia con España respecto al año anterior en dos puntos, con una tasa de variación de un 1,5 por ciento en línea con media española, ya que estaba situado en casi 92 puntos el pasado ejercico. De este modo, se rompe la tendencia de los últimos años, en los que la brecha entre ambas se había corregido paulatinamente desde los 86 puntos de 2013, según refleja el último informe de Penetración Regional de la nueva economía de Ceprede.

Los 11 puntos de diferencial están motivados, principalmente, por los ajustes en la inversión en I+D a causa de la crisis económica y de los decisiones de los gobiernos al respecto. En este sentido, el director de Estudios y Proyectos de Ceprede, Juan José Méndez, señaló a Ical que la inversión en este aspecto sobre el porcentaje del PIB «se ha quedado en el 0,99 por ciento en la Comunidad, frente a 1,14 y 1,04 de años inmediatamente anteriores».

Esto ha provocado que Castilla y León se mantenga más bien en las posiciones de cola en innovación y desarrollo, sólo con el índice ISNE (que proporciona una comparativa global entre regiones sobre la tecnoeconomía y las TIC) por encima de Extremadura, que con 78,9 puntos sobre 100 de la media presenta la brecha más acusada del país, junto a Canarias (79,5), Castilla-La Mancha (80,7), Murcia (85,3) y Baleares (87,3 puntos). Madrid (123), Navarra (115,5), País Vasco (114,6) y Cataluña (110,4) en cabezan el ranking innovador.

Este indicador sintético global de la nueva economía se elabora a partir de otros cuatro factores de penetración en hogares, empresas y administraciones públicas, así como de innovación tecnológica. Méndez señala que Castilla y León no supera a la media nacional en ninguno de estos indicadores. Así, en uso de las TIC en las administraciones públicas registra 98,8 sobre 100; en los hogares logra 94,1 sobre 100, mientras que en empresas, 91,3 puntos, un aspecto con «margen de mejora». Por el contrario, en innovación tecnológica, el informe de Ceprede sitúa a la autonomía en el 77,3, cuatro puntos por debajo del informe anterior, aunque seis por encima de hace dos años).

Un mal año que no empaña

Desde Ceprede consideraron que los datos reflejan «un mal año» para la Comunidad, con la reducción de los indicadores, «pero que no tiene que empañar toda la evolución anterior y en 2016 no tiene por que continuar esta tendencia a la baja, ya que en Castilla y León no era mala y ha existido saltos cualitativos». «Hay que atajar puntos negros», comentó. Los cuatro componentes del ISNE, innovación tecnológica, empresas, hogares y administraciones públicas, se disgregan en 17 indicadores que se han comportado de forma diferente en la Comunidad. Así, la media de 89,3 puntos del total «está arrastrada a la baja por la innovación tecnológica (IT), con 77,3 puntos, un apartado en el que Castilla y León «está la 12 de 17 y tiene que mejorar como marco de operaciones».

Los indicadores de la IT (gasto I+D, personal especializado en el sector, número de patentes por millón de habitantes, gasto en innovación de empresas como esfuerzo competitivo y publicaciones científicas) se han comportado de forma negativa. «Ha caído la inversión y el personal está en 80,5 sobre 100, cuando ha tenido picos de más del 90. Esto quiere decir que se han recortado puestos de trabajo en parques tecnológicos y es el año más bajo de la serie. Si en 2016 los presupuestos son más boyantes volverá a sus niveles normales, salvo debacle», comentó Méndez, quien informó que en la Comunidad hay 1.780 profesionales dedicados a estas labores.

En cuanto a las patentes, se dedican menos recursos a este ámbito, con 35 sobre 100. En este sentido, «es obvio que si no hay esfuerzo en I+D, caerán las patentes». «Castilla y León tiene uno de los indicadores más bajos del país y necesitaría una política mucho más contundente», aseveró.