Sumario Semana del 22 al 28 de Abril de 2024. Edición 17.

RR.HH - Formación

Fuente: UCACYL-BU / Diario de Burgos 21 de Septiembre de 2015

La UBU verificará la identidad de los alumnos de los grados virtuales.

La Universidad de Burgos acaba de contratar un dispositivo de reconocimiento facial para comprobar la autenticidad de la identidad de las personas que se presenten a los exámenes de titulaciones ofrecidas a través de internet como supuestos alumnos matriculados en esos estudios.

Esta tecnología, que ya se probó el curso pasado, fotografía una cara registrando los rasgos y medidas, de forma que luego lo puede reconocer y evitar suplantaciones de identidades, por lo que se ha revelado como una herramienta muy útil en las pruebas no presenciales. De hecho, según el vicerrector de Ordenación Académica, Manuel Pérez Mateos, en Estados Unidos se emplea «de forma habitual». En España, y siempre según el vicerrector, la UBUes pionera.

Hace ya más de un año que el equipo rectoral consideró conveniente invertir en equipos o sistemas de detección y control del fraude, así que al mismo tiempo que se analizaba el funcionamiento del dispositivo de identificación facial, se probó otro software, Ephorus, que permite a los profesores cotejar textos con una base de datos internacional y descubrir posibles plagios. Pérez Mateos explica que en el curso 2014/2015 se procesaron con este método más de 40.000 documentos entregados por los alumnos de 603 asignaturas y se concluyó que el porcentaje de alumnos defraudadores es muy bajo. Sin embargo, no es posible precisar de cuánto. «Por razones de protección de datos, no podemos conocer las estadísticas de posible fraude o plagio; únicamente los profesores de cada asignatura puedan conocer estos datos de sus alumnos», afirma el vicerrector, antes de añadir que, no obstante, su «impresión» tras hablar con el profesorado es que «los niveles de plagio -una palabra muy fuerte- no son elevados, salvo en algunos casos puntuales».

Pérez Mateos siempre ha insistido en que ‘el corta y pega’ no es una costumbre generalizada en la UBU, por lo que el objetivo de la adquisición de este equipo no era tanto castigar una supuesta mala práctica como disuadir para que no lo hagan, insistiendo en un uso correcto de las fuentes. Los alumnos necesitan emplear bibliografía y textos escritos por otros, pero la cuestión es que lo hagan bien. «El profesorado de la UBU ha realizado un esfuerzo muy importante para enseñar al estudiante a respetar los derechos de autor y cuál es la manera adecuada de incluir citas de otros trabajos, diferenciándolas de sus propias aportaciones», afirma, destacando que considera que se ha conseguido el objetivo. «Hemos comprobado la eficacia del sistema como método disuasorio», remacha.

Otra de las ventajas de este sistema es que permite incorporar todos los trabajos escritos de los universitarios -con el plan Bolonia, muy numerosos- a la extensa base de datos de la que se sirve el Ephorus. De esta manera se va a ampliando y limita cada vez más las posibilidades de presentar una copia de otro trabajo, tanto en castellano como en otros idiomas, porque la base de datos incluye textos en inglés y en francés.

simulaciones. En el caso del sistema de biometría de identificación facial que se pretende emplear en los cinco grados on line (Turismo, Ciencias Políticas y Gestión Pública, Español: Lengua y Literatura, Ingeniería Informática, Historia y Patrimonio) las pruebas tuvieron como objetivo comprobar la eficacia en distintas situaciones: suplantación de identidad, iluminación deficiente, ocultación de la cámara, cambios en la apariencia del usuario o en la posición de la cabeza... «Y en todos los casos el resultado ha sido altamente satisfactorio », explica el vicerrector en un correo electrónico. El presupuesto que se ha destinado a esta cuestión no se puede precisar todavía, ya que dependerá del número de matrículas (276 a fecha de 16 de septiembre) y de la duración de los exámenes.

Para poder ponerlo en marcha, es imprescindible que el alumno acceda a ser fotografiado al comienzo del curso para que el sistema almacene y grabe sus rasgos y medidas, y también que dé su consentimiento para que capte capte imágenes de manera aleatoria durante la realización del examen. Tiene la misma finalidad que cuando a un alumno se le pide el DNI en una prueba presencial, con la diferencia de que en este caso es una imagen que la empresa que presta el servicio almacena en su base de datos y se compromete a destruir una vez acabe el curso.

«En Estados Unidos, estos sistemas se utilizan de forma habitual para garantizar la autoría de las pruebas de evaluación y poder expedir así certificados oficiales de uso. Muchos alumnos solicitan una certificación de biometría para dar mayor acreditación a su título universitario y, en la mayoría de los casos estas certificaciones suponen un coste adicional para el alumno, mientras que en la UBU se incluyen en el precio oficial de matrícula. La UBU vuelve a ser pionera en la inclusión de tecnologías de vanguardia en la enseñanza on line», concluyó el responsable de Ordenación Académica, Pérez Mateos.