Responsabilidad Social Corporativa

Las empresas que dejaron de pagar cuotas en Castilla y León representaron el 13,1 por ciento, de las 13.506 que abandonaron su actividad en España. El punto de inflexión en la creación de empresas en Castilla y León fue 2007, cuando operaban en la Comunidad, 77.885 actividades que cotizaban a las arcas de la Seguridad Social, lo que supone que desde ese año han desaparecido 12.535.

El descenso en el número de empresas cotizantes en Castilla y León ha sido constante desde ese ejercicio, en el que se alcanzó la cúspide en actividad empresarial. En el año 2008, mermó hasta las 75.378; en 2009, hasta las 73.095; en 2010, hasta las 71.888; en 2011, hasta las 70.032; en 2012, hasta las 67.126, y en 2013, hasta las 65.350.

Fuentes de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) constatan que «es cierto que se han perdido muchas empresas, tanto en España como en nuestra Comunidad, y con ellas gran parte de sus conocimientos, experiencia, reputación, maquinaria y equipos conjuntados». Al respecto, desde la patronal autonómica recalcan que «hoy más que nunca se necesita que se cree un entorno favorable a la inversión productiva, y es en este ámbito hacia donde deberían focalizarse las políticas públicas».

El empresariado regional lamenta que el año 2013 continuase marcado por «las serias dificultades del sector privado para acceder al crédito y, principalmente, de las pymes». A ello se une que las empresas de la Comunidad «tuvieran que hacer frente a unos elevadísimos costes de financiación, un 35 por ciento más altos que la media de la Zona Euro».

Este hecho se vuelve además más relevante para Cecale, al observar cómo el crédito concedido a las administraciones públicas «ha ido adquiriendo un importante peso, frente a la drástica reducción que está sufriendo el sector privado». «Esta situación se instrumenta como uno de los principales condicionantes para que se produzca la necesaria recuperación económica», sentencian.

La patronal advierte de que sin financiación, las empresas no pueden invertir, «truncando así su capacidad de innovación e internacionalización». «Es necesario, por tanto, que se cierre ya, de forma urgente, la remodelación del sistema financiero, ya que nadie puede negar que muchas empresas han desaparecido por la falta de crédito, otras están en la UVI y otras luchan con fuerza por recuperar el pulso», aseveran. Esta consolidación financiera tendrá que venir condicionada a una «auténtica apertura del flujo crediticio a los agentes de la economía real y a costes competitivos», demandan los empresarios.

Carga fiscal. Desde Cecale recuerdan que los empresarios crean puestos de trabajo y contribuyen a generar riqueza en España, pero «no pueden afrontar más carga fiscal, más aún cuando el capital circulante es escaso». Por ello, argumentan que es «importante» que se pongan en valor todas las medidas que «acertadamente» se están arbitrando de apoyo a los emprendedores, como ha sido la Ley de Estímulo a la Creación de Empresas, y la «más estricta» aplicación en Castilla y León del Plan Nacional de Lucha Contra el Empleo Irregular y el Fraude a la Seguridad Social, aprobado por el Gobierno.

También consideran «fundamental», además, el apoyo a la financiación inicial en el lanzamiento de proyectos empresariales como el capital semilla, así como el apoyo o mentoring en los primeros años para que «lleguen a consolidarse estos emprendedores y así reducir la elevada tasa de mortalidad empresarial, sobre todo, en los dos primeros años».

La patronal defiende que se promueva y se difunda la cultura del emprendedurismo, «no solamente dirigida a aquellas personas que constituyen un negocio por cuenta propia, sino también para aquellos que prefieren desarrollar su carrera profesional trabajando por cuenta ajena».

Por último, entiende como «importante, legislar menos y legislar mejor». «El exceso de regulaciones, de burocracia, de trámites administrativos y requisitos obstaculiza la actividad de las empresas. Necesitamos un marco jurídico eficiente y ágil, que colabore en su creación y desarrollo y no que las paralice», concluye.