Sumario Semana del 22 al 28 de Abril de 2024. Edición 17.

CC. Salud - Alimentaria

Fuente: UCACYL-BU / Diario de Burgos 23 de Diciembre de 2013

Psiquiatría Infantil atendió a 1.500 nuevos pacientes en 2013 por enfermedad mental.

En el área infantil y juvenil del servicio de Psiquiatría del complejo hospitalario de Burgos se estima que al cierre de 2013 se habrá atendido a 1.500 nuevos pacientes menores de 18 años por trastornos mentales que abarcan desde el Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH, el más frecuente entre los niños de menos edad), depresiones o por el consumo de distintas sustancias (situación más habitual entre adolescentes), por citar solo algunos. Esta cifra de nuevos pacientes es superior a la de años previos (en 2008 se registraron 1.188 primeras consultas), aunque la responsable de este departamento, Rocío Gordo, considera que el incremento no es alarmante y que habría que analizar con detalle los datos de cada año para poder concluir si es que ahora hay más incidencia de la enfermedad mental entre los jóvenes o si es que se acude más al médico por circunstancias a las que antes no se daba tanta importancia o por cualquier otro motivo. Al cabo del año por este servicio pasan unos 6.000 menores.

Antes de que un menor de edad se siente ante la doctora Gordo o ante cualquiera de los profesionales del servicio, ubicado en el Divino Valles, ha tenido que pasar por el pediatra del centro de salud. A partir de ahí, y en función del cuadro que presente, se toma la decisión de derivarlo a los especialistas en Psiquiatría Infantil o no. Es decir, que cuando un paciente llega a la consulta del especialista ya ha pasado por un primer nivel y se supone que hay constancia de la existencia real de un mal que tratar, no solo meras sospechas de los padres o del entorno más próximo, con independencia de que luego se descarte el problema psiquiátrico.

En cualquier caso, buena parte de ese incremento detectado en los últimos años tanto en la cifra relativa a las primeras consultas como a las revisiones posteriores se debe al Trastorno por déficit de Atención e Hiperactividad, que en este momento es el más frecuente de todos los tratados en las consultas de Psiquiatría Infantil. De hecho, hace poco más de dos años se estimaba que las consultas por casos de enfermedades relacionadas con el comportamiento o la conducta, como es el caso del TDAH, suponían un 60% del total de las visitas médidas en este servicio al cabo de un año. «Lo más habitual es que empecemos a atender por este motivo a niños de más de seis años o cuando ya han empezado los cursos de Primaria. Antes de ese momento, es muy raro. Tienen que ser casos muy llamativos para que los padres tengan la sospecha de que puede haber trastorno de déficit de atención e hiperactividad», explica la psiquiatra Rocío Gordo, destacando que muchos de los casos de falta de atención o hiperactividad se detectan gracias a los profesores o a los equipos de profesionales que trabajan en los colegios y que pueden estar más receptivos a determinadas conductas de los niños en clase.

A medida que se incrementa la edad de los pacientes, el déficit de atención y la hiperactividad pierden peso en las consultas frente a otras dolencias que, incluso, pueden ser contrarias. «No tenemos estadísticas organizadas por edades, pero en la adolescencia ya vemos menos déficit de atención y hay casos en los que ya no es tanto hiperactividad, sino inactividad», explica Rocío Gordo. Y a esto habría que añadir depresiones o problemas provocados por el consumo de alcohol, drogas o por adicciones a otro tipo de sustancias o productos como pueden ser las nuevas tecnologías. «Cuando hay un problema de adicción a sustancias, muchas veces la demanda es más de los padres que de los menores, por lo que es muy difícil», apuntó Gordo, señalando que estas problemáticas exigen un tratamiento de psicoterapia (no farmacológico) que implique a todos los miembros de la familia, por lo que «si no hay motivación por el cambio por parte del adolescente, se hace muy difícil trabajar».

De ahí que ante estas problemáticas, se trabaje en colaboración con Proyecto Hombre y, más en concreto, con los profesionales dedicados al programa Proyecto Joven para intentar reconducir la situación. «Hay veces en las que se trabaja más con los padres, dándoles unas pautas de comportamiento», matizó la psiquiatra. Según palabras de la doctora Gordo, lo que ven con más frecuencia en las consultas del Divino Valles es consumo de cannabis, pero en Proyecto Joven ya alertan de la dependencia que generan las nuevas tecnologías. En el caso de las depresiones, la psiquiatra señaló que es muy difícil explicar qué puede conducir a un menor a una depresión. «Las depresiones muchas veces son endógenas, no hay una causa externa. Es igual que en los adultos», dijo, recordando que la enfermedad mental nunca tienen una causa única.