Sumario Semana del 22 al 28 de Abril de 2024. Edición 17.

CC. Salud - Alimentaria

Fuente: UCACYL-AV / Diario de Ávila 27 de Enero de 2014

Mejora la salud de los ciudadanos y cae la tasa de mortalidad ligada al cáncer en los cinco últimos años.

La salud de la población de Castilla y León ha mejorado en los últimos cinco años, aunque todavía hay asignaturas pendientes ligadas a los hábitos y estilos de vida saludable. No sólo es que haya crecido la esperanza de vida al nacer y entre mayores de 65 años, sino que las tasas de mortalidad por edad también han caído, así como la mortalidad ajustada por edad por cáncer y la mortalidad prematura por cáncer entre menores de 75 años. Son las principales conclusiones del balance del III Plan de Salud de Castilla y León 2008-2013, la hoja de ruta que ha guiado las políticas sanitarias en la Comunidad en los últimos cinco años y que pivotó en torno a los 16 principales problemas de salud de la población.

A falta de cerrar la evaluación, que supone el primer paso para redactar el siguiente plan, la impresión es que los resultados son “extraordinarios, muy satisfactorios”, teniendo en cuenta que era un plan «muy exigente». De hecho, el 86 por ciento de los 52 objetivos generales que se marcaron se ha conseguido de manera íntegra o parcial, y también el 89 de los 198 específicos que se han evaluado. Todo, pese a que la recta final del plan se ha visto afectada por la crisis económica: «Más bien, los indicadores generales en los que se valora el nivel de salud de la población han mejorado, siendo la mayor parte superiores a la media del Estado», explicó el director general de Planificación e Innovación de la Consejería de Sanidad, Rafael Sánchez Herrero.

Durante este tiempo, las medidas de la Consejería se han centrado en diversos aspectos del infarto agudo de miocardio; diabetes mellitus; tumor maligno de tráquea, bronquios y pulmón; enfermedades cardiovasculares; cáncer de colón y de mama; depresión; insuficiencia cardíaca; accidentes de tráfico; enfermedades crónicas en las vías respiratorias; dolor asociado a la osteoporosis y patologías infecciosas graves. También, en la santidad ambiental y seguridad alimentaria, en la salud en el entorno laboral y la dependencia asociada a la enfermedad.

Del estudio de estos 16 problemas de salud, se detecta que en estos años se ha avanzado «mucho» en áreas como cardiopatía isquémica, diabetes y cáncer de mama. De hecho, en el caso de las dos últimas patologías se han cumplido «casi en un cien por cien los objetivos». En concreto, en diabetes, el plan aspiraba a rebajar la tasa de incidencia de 7,7 por 1.000 habitantes; 1,44 puntos la mortalidad prematura en menores de 65 años y 5,23 en menores de 75, y reducir a menos de 0,9 personas por 1.000 habitantes los ingresos hospitalarios.

Mientras, para el cáncer de mama se fijó rebajar un 1,4 por ciento anual la mortalidad en mujeres de 45 a 69 años; incrementar por encima del 78 por ciento las tasas de supervivencia a los cinco años a las que lo han sufrido y reducir el impacto por discapacidad en la vida laboral de las mujeres.

Pulmón y colon. Pese a los resultados en cáncer de mama, en los tumores de pulmón, tráquea y bronquios y cáncer colorrectal las cifras son más bajas. «No porque sean malos resultados, sino porque las metas marcadas eran muy exigentes. De hecho, la evolución es similar a la de países del entorno y del conjunto de las comunidades autónomas, y la mejoría es buena». En el caso de cáncer de pulmón, tráquea y bronquios el reto era frenar la tendencia ascendente de su incidencia; mejorar las tasas de supervivencia a los cinco años y situarlas por encima del 14 por ciento; así como frenar la subida de la mortalidad. Mientras, en el de colon el objetivo pasaba por rebajar la incidencia y la mortalidad es sobre el cáncer colorrectal, por medio de 25 acciones. Ahora, con la implantación del programa de cribado para diagnóstico precoz, la Consejería prevé afinar más en este objetivo.

De forma separada, se han evaluado los factores de riesgo implicados en muchos de estos problemas de salud: tabaquismo, alcoholismo, hipercolesterolemia, hipertensión, obesidad y sedentarismo. Los resultados han sido «muy buenos» en obesidad, hipercolesterolemia y tabaquismo. Así, por ejemplo, la prevalencia del consumo de tabaco por cada 1.000 habitantes en población adulta ha pasado de 28,4 a 22,11 casos.

No obstante, el director general de Planificación e Innovación reconoce que hay lagunas en hábitos de alimentación saludable, actividad física y alcoholismo. «Son factores de riesgo en los que tenemos que trabajar y que, sin duda, van a estar presentes en el próximo plan», sentenció.

El nuevo plan todavía se encuentra en una fase muy incipiente, aunque contará con dos «campos obligados».