Sumario Semana del 22 al 28 de Abril de 2024. Edición 17.

CC. Salud - Alimentaria

Fuente: UCACYL-VA / Norte de Castilla 26 de Agosto de 2015

La crisis, el paro y los desahucios sitúan en mil los casos anuales por depresión.

Todo el mundo se ha sentido triste alguna vez. Sin ganas de nada, sin fuerzas ni siquiera para levantarse de la cama. Cualquier contratiempo o adversidad pueden hacer caer al mÃ¡s fuerte. En esos momentos se suele decir que se estÃ¡ deprimido. Pero la depresiÃ³n es algo mucho mÃ¡s serio que eso. Mientras que la tristeza es un estado de Ã¡nimo, algo pasajero, la depresiÃ³n es una enfermedad que necesita del tratamiento de un especialista y de la que se puede salir. Para ello se forman psiquiatras y psicoterapeutas, para tratar este problema ademÃ¡s de muchos otros. Y es que esta enfermedad cada vez afecta mÃ¡s personas, y solo el aÃ±o pasado aumento, segÃºn la ConsejerÃa de Sanidad, hasta la cifra de mil pacientes nuevos en Valladolid, de los cuales 712 fueron mujeres y 288, hombres.

Las cifras con respecto a las de los Ãºltimos cuatro aÃ±os, los mÃ¡s duros de la crisis, han sido similares. AsÃ, en 2011, se registraron 1.161 pacientes nuevos (383 hombres y 778 mujeres); en 2012 los nuevos diagnÃ³sticos aumentaron a 1.034 (294 hombres y 740 mujeres), y en 2013 se diagnosticÃ³ depresiÃ³n a 358 hombres y 809 mujeres, lo que arroja cifras totales de 1.167 pacientes nuevos ese aÃ±o. Son 4.362 nuevos enfermos de depresiÃ³n en Valladolid en los Ãºltimos cuatro aÃ±os.
AdemÃ¡s de la asistencia mÃ©dica de Sacyl, en Valladolid se acaba de asentar la FundaciÃ³n Anaed, creada por exenfermos por depresiÃ³n, que ofrecen diagnÃ³stico, terapias y la experiencia de quien ha podido dejar atrÃ¡s esta enfermedad.
Las depresiones pueden ser de dos tipos y requieren distintos tratamientos. Por un lado se encuentran las endÃ³genas, que son las mÃ¡s graves y requieren de tratamiento psicolÃ³gico y psiquiÃ¡trico, dadas por falta de elementos quÃmicos que permitan que el cerebro funcione correctamente. El segundo tipo son las depresiones exÃ³genas o provocadas por el entorno, que son mÃ¡s fÃ¡ciles de tratar, ya que vienen creadas por un hecho en concreto. Estas pueden llevar tratamiento psiquiÃ¡trico pero suele bastar con el tratamiento de un psicoterapeuta.
Los motivos por los que puede aparecer una depresiÃ³n, ademÃ¡s de los tradicionales como pÃ©rdidas personales, trabajo insatisfactorio o un embarazo, con la llegada de la crisis han despuntado con mucha mayor intensidad las origindas por situaciones de paro, de desahucio, de no poder alimentar a los hijos o de no llegar a fin de mes. Â«Estos problemas estÃ¡n creando en la sociedad de hoy en dÃa un aumento considerable de las personas que sufren esta enfermedadÂ», explican desde Anaed.
Pero no solo las condiciones adversas de la vida de cada uno influyen a la hora de sufrir depresiÃ³n. El gÃ©nero de cada persona tambiÃ©n afecta a la hora de padecer esta enfermedad mental. En porcentaje, segÃºn fuentes de la FundaciÃ³n de Ayuda a Enfermos con DepresiÃ³n, de cada 100 personas en EspaÃ±a que sufren depresiÃ³n, 75 son mujeres, mientras que el otro 25% de diagnÃ³sticos responde al hombre.
Los momentos crÃticos en la vida de una mujer para sufrir depresiÃ³n son aquellos en los que mÃ¡s hormonas produce su cuerpo, como la menstruaciÃ³n o el embarazo, aunque no tiene por quÃ© venir en esas situaciones. Esta no es la Ãºnica diferencia entre hombres y mujeres. Â«Los hombres, por aquel otro tÃ³pico de que no deben llorar y deben mostrarse impasibles ante las adversidades, se callan sus sentimientos y no acuden a un especialista cuando tienen una depresiÃ³n, lo cual hace que se agrave y conlleve problemas mÃ¡s serios, ya que llega un momento en el que el hombre sabe que estÃ¡ enfermo, pero no sabe por quÃ©, lo que le empuja a desear terminar la enfermedad como sea para acabar con esta situaciÃ³n, lo cual es una tragedia, ya que muchos terminan optando por el suicidioÂ», explican. Las estadÃsticas marcan que el 78% de los suicidios los ejecuta un hombre, frente al otro 22% de mujeres. Â«Esa mayor predisposiciÃ³n a lo emocional de las mujeres las lleva a tener mÃ¡s fÃ¡cil salir de una depresiÃ³n, ya que lo cuenta y acude a hablar con un especialista que puede ayudarla a salir del bacheÂ», explican desde la fundaciÃ³n.
Perfiles
Desde la FundaciÃ³n Anaed recuerdan que las personas que sufren depresiÃ³n no son dÃ©biles, Â«sino que es gente anÃmica y psicolÃ³gicamente fuerte que ya no puede aguantar mÃ¡s y por eso cae en depresiÃ³nÂ».
TambiÃ©n apuntan que hace aÃ±os el perfil tÃpico del enfermo de depresiÃ³n era una mujer de mediana edad que la sufrÃa por motivos hormonales o por culpa del sÃndrome del nido vacÃo. Hoy en dÃa, el perfil mayoritario de enfermos con depresiÃ³n son jÃ³venes que desde una temprana edad manifiestan esta patologÃa debido a la Â«dÃ©cada de la deshumanizaciÃ³n camino de crear vidas electrÃ³nicasÂ», afirman desde Anaed, ya que estÃ¡n enganchados a las redes sociales y creen que son â€˜celebritiesâ€™ por tener multitud de amigos en ellas, pero cuando tienen un problema descubren que esos amigos, en realiad, no son reales. Aun asÃ, desde esta fundaciÃ³n no dicen que las redes sociales sean malas, sino que se deben utilizar adecuadamente y en su justa medida.
Este fenÃ³meno se suma a un desencanto social de la juventud, una competencia feroz por sobrevivir, una falta de referentes de liderazgo y la frustraciÃ³n de ver que son la generaciÃ³n mejor preparada y no van a poder tener futuro, les lleva a caer en depresiÃ³n. Esta depresiÃ³n suele conducir al suicidio, que se encuentra en niveles de segunda causa de muerte entre la gente joven, solo por detrÃ¡s de los accidentes de trÃ¡fico.
Desde Anaed denuncian la Â«medicalizaciÃ³n de los problemasÂ», fenÃ³meno con el que definen la utilizaciÃ³n de medicamentos para superar los problemas mentales, cuando lo que se deberÃa hacer, segÃºn la FundaciÃ³n, serÃa por ejemplo, en caso de que se tengan problemas de sueÃ±o, resolver el por quÃ© de ese problema, no medicarlo.