Sumario Semana del 22 al 28 de Abril de 2024. Edición 17.

Social - Familia - Género

Fuente: UCACYL-BU / Diario de Burgos 9 de Marzo de 2015

Burgos mejora ligeramente el saldo migratorio respecto al resto de España.

Sigue habiendo muchos más burgaleses residiendo en otras provincias que inmigrantes llegados de otras partes de España, pero las diferencias se van recortando. Al menos en los últimos tres años, la provincia de Burgos ha mejorado ligeramente su saldo migratorio respecto al resto del país. Se nota que los grandes movimientos demográficos de las décadas de los 60 y 70 no han vuelto a ser los mismos, ni siquiera durante la crisis.

Según el padrón del año 2014, el último que oficialmente ha emitido el Instituto Nacional de Estadística, la diferencia entre nacidos en Burgos que viven en otras provincia españolas (169.661) y españoles nacidos fuera que viven en Burgos (102.703) es actualmente de 66.958 habitantes.

Son casi 1.500 menos que hace tres años, cuando este mismo análisis reflejaba un saldo negativo de 68.438, y 46.122 menos que en el año 2002, cuando alcanzaron la sorprendente cifra de 113.080.

Aun así, la provincia podría tener actualmente un 18,2% más de habitantes si hubiera sido capaz de retener a todos esos que han acabado residiendo en otros lugares de España, y pasaría de sus actuales 366.900 a los 433.858. Pero eso es solo un cálculo teórico.

La realidad es que Burgos solo tiene saldo migratorio positivo con 17 provincias españolas, y ese número no ha variado en el último trienio, ni tampoco desde principios de siglo. Son siempre las mismas, y se concentran de forma mayoritaria en Castilla y León: Ávila, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria y Zamora (sólo Valladolid sale ganando dentro de la región).

Además de estas provincias figuran en verde en cuanto al saldo Córdoba, Jaén y Granada (esta última con solo un habitante de diferencia), Ciudad Real y Cuenca, Cáceres y Badajoz, Lugo y Orense y la ciudad autónoma de Melilla.

A la cabeza del otro extremo está la Comunidad de Madrid, la que concentra un mayor número de burgaleses emigrados con 38.554 y una diferencia de 33.100 en favor de la capital del país (hace tres años este dato ascendía a 34.077). Tras ella se sitúa Vizcaya, donde viven más de 33.000 burgaleses y cuya diferencia es de 22.036. Y el tercer lugar del pódium lo ocupa Barcelona, con más de 14.800 nacidos en Burgos residentes allí y un balance de casi 13.000 favorable a la Ciudad Condal.

emigración veterana. Todas ellas, en cualquier caso, tienen en su censo a menos burgaleses de nacimiento que hace tres años. Esto puede deberse a que, por una parte, hayan fallecido o regresado cientos de personas que en su día emigraron a esos territorios para trabajar y que en estos años están alcanzando edades avanzadas que les permiten jubilarse.

Y por otro lado, es evidente que desde hace 30 años no han vuelto a repetirse flujos migratorios del calado de los que surgieron durante la primera industrialización, por lo que la tendencia natural de esas bolsas de emigración es a la baja.

Junto a ese fenómeno de la emigración vinculada a décadas pasadas encontramos también cifras importantes de burgaleses en provincias como Valencia (más de 3.000 nacidos en Burgos), Alicante (casi 3.200), Tarragona (casi 1.500), Málaga (más de 1.700), Baleares (1.524) y Canarias (cerca de los 1.900).

Parece probable que el alto número de residentes en esos territorios no se deba tanto a la búsqueda de empleo sino al empadronamiento de quienes buscan en esos destinos el sol y el buen tiempo a través de una segunda residencia. Muchas poblaciones de costa que a lo largo de las décadas precedentes se han convertido en destino vacacional, o incluso de la mitad de cada año, han incentivado el incremento del censo para lograr así más ingresos vinculados con su población real.

En un término medio, también con grandes bolsas de población originariamente burgalesa, encontramos a La Rioja (unos 5.500), Cantabria (casi 6.500), Guipúzcoa (más de 7.300), Álava (13.000) o Navarra (3.000). En el otro extremo, la menor relación migratoria se establece con Teruel (solo 120 burgaleses), Cuenca (137), Albacete (228) y las ciudades de Ceuta yMelilla (con 80 y 83 respectivamente).

Las mayores ‘colonias’:

Vizcaínos, palentinos y madrileños

Más de la cuarta parte de la población afincada en la provincia no ha nacido en ella

Más de la cuarta parte de la población residente en la provincia no ha nacido en ella. Una gran bolsa de nuevos vecinos está constituida por quienes vieron su primera luz en otros países (casi 35.000 personas, según el último censo de 2014), pero también encontramos ‘colonias’ de inmigrantes interiores entre otras provincias españolas.

Los vizcaínos se llevan la palma, con casi 11.500. La estadística no lo especifica pero seguramente un gran porcentaje de ellos esté empadronado en los pueblos del norte de la provincia que tanta relación económica y cultural mantienen con el País Vasco (algo que se refuerza con los casi 4.300 alaveses).

En segundo lugar figuran los palentinos, que aportan nada menos que 6.105 personas pese a no ser una provincia especialmente poblada. Y en tercer puesto encontramos a los naturales de la Comunidad de Madrid. La primera receptora de burgaleses también es, paradójicamente, una gran emisora hacia nuestra provincia, pues suman casi 5.500 personas (una población equivalente a la de Medina de Pomar, por ejemplo).

Hay también importantes bolsas de población nacida en Valladolid (4.000 en números redondos), Cantabria (más de 3.300), La Rioja (2.800), Barcelona (1.900) y Cáceres (otro caso que llama la atención, con casi 1.150 pese a ser una provincia poco poblada y alejada).